-
Sépanlo:
la energía no es feudo de nadie en particular, y puede y debe ser
utilizada por todos y por cualquiera. El quid del asunto es usarla de
ciertas maneras y conscientemente. Así pues, la única norma que aplica
para un guerrero impecable es la de usarla conscientemente, de modo tal
que no menoscabe la propia ni, en la medida en que esto es posible, la
de otros, y mucho menos la de sus hermanos dentro del grupo.
-
Lo
de la danza ante la muerte es el recurso digno que le queda a un
guerrero que sabe reconocer que en la vida material que está a punto de
terminar no le es posible dar el salto hacia la luz, y debiera ser la
manera correcta de enfrentarla para cualquier ser humano en este
planeta, pero sólo hasta que se presenta el momento final. Antes de eso
no se debe estar pensando en ello (casi se me figura que hacerlo así
sería como estar pensando, a la manera de muchos católicos, que en el
último momento podremos hacer un acto final de contrición en el que se
nos perdonen todos nuestros pecados).
-
Más bien,
debe hacerse con plena conciencia de que lo que está a punto de suceder
es tan sólo un transitar de esta dimensión espacio temporal de materia
densa a otro espacio-tiempo en el que las cosas nos aparecen como
verdaderamente son, y desde el cual decidimos nuestro siguiente paso en
el desarrollo de nuestra alma. Incluso, si las lecciones que libremente
quisimos enfrentar a lo largo de innumerables vidas terrenas casi se han
terminado, hasta podríamos decidir que en la siguiente vida sí podremos
dar el salto hacia al Luz, en cuyo caso, muy probablemente se viviría
una vida terrena marcada por el Espíritu y cercana a algún linaje.
-
Eso
de la muerte, pues, no tiene que ver intrínsecamente con ningún tipo de
derrota, sino del fin digno de una de tantas vidas, y nada más. La
calidad de la misma, por supuesto, depende de cada quien, pero mientras
mayor haya sido la calidad de esa vida que está a punto de terminar,
mayor la satisfacción de terminarla honrosamente.
-
Ahora
pregunto: ¿pueden pensar en una mejor calidad de vida que aquella que
no le regateo nada a la vida, ni siquiera el pensamiento enfocado
intensamente, y en todo momento, en la vida? Porque sí es así: ¿qué
lugar puede tener el pensamiento de la muerte? Preguntado de otra
manera: ¿Pueden pensar en una mejor consejera que la vida misma?
-
Termino
con una última pregunta: ¿por qué es que el nagual que pregonaba a la
muerte como la mejor consejera ha muerto y fallado, mientras que un
linaje que propone a la vida como la mejor consejera está floreciendo
como nunca antes, y se está extendiendo a varios países?
-
La respuesta, mis amigos, está soplando en el viento...
-
Enrique Rojas.
Nessun commento:
Posta un commento