sigo
aquí. Aunque esta semana he pensado un par de veces en dejar de
escribir en el foro, no puedo evitarlo. He aprendido mucho de los
mensajes antiguos de Soñador, Isa, Pantera Azul y Águila, aunque no he
seguido ningún consejo de los que dan y mi camino es muy diferente al de
ellos, me han sido útiles de alguna forma. Ha habido gente que me ha
enviado e-mails diciendome que no platique y practique, pero tal vez
sirva a alguien en el futuro. Como he dicho: me lo pide el cuerpo.
Si habéis hecho los deberes habréis leído con atención las dos técnicas fundamentales de las que habla al final de esta página:
yo
me las he apuntado en un papel y lo tengo en la cabecera de la cama
para tenerlas a mano. Creo que las podéis utilizar como os de la gana,
yo lo he hecho y con buenos resultados que es lo importante. Explicaré
lo esencial: los resultados. Si lo cuento todo tendría que encuadernar
el foro.
Yo normalmente me despierto a las 7, así que puse el
despertador a las 5'30 (para hacer la siesta matinal). Me dormí y
desperté a media noche. No recordaba ningún sueño. Volví a dormirme.
Tuve cuatro sueños diferentes, que yo recuerde. Os contaré el más
interesante: me encontraba agachado colocando un raíl de tren (eran como
los parachoques que hay a los lados de la carretera, pero pequeños como
los railes de tren normales). Encajaban con una pestaña metálica que
tenían en los extremos. El otro lado del rail lo colocaba una chica
morena con el pelo largo, llevaba un vestido de verano de una pieza con
flores dibujadas. No sé quien era, pero era una muy buena amiga y me
conocía muy bien. Tenía mucha confianza con ella. Al levantarmos vimos
un tipo que se acercaba por la carretera, caminaba como un muerto
viviente. Empezamos a caminar en sentido contrario por la misma
carretera, yo estaba un poco asustado. El tipo nos alcanzó. Era joven,28
años+-,tenía una barba gris como la de José Luís Parada, pero no tan
espesa (los españoles sabrán quién es). El tipo empezó a hablarnos, era
simpático, demasiado, dijo que si me gustaba cómo caminaba, como los
zombies, que lo hacía por mí, que sabía que me divertía. Pensé que era un
pelotas y empezaba a ponerse pesado. Así que lo cogí y lo tiré de un
puente abajo por el que estabamos cruzando. La chica me dijo que
fueramos a través de un trigal que había al lado de la carretera antes
de que volviera. Era muy fácil pasar por el, era un trigal muy alto,
llegaba a la altura de los ojos y parecía que se apartaba de nuestro
camino. Era espeso, como si estubiera pintado. En vez de seguir
caminando me paré a ver el crepúsculo del atardecer por encima del
trigal. Me paré un instante y supe que estaba soñando, o mi doble
energíco supo que le estaban soñando. Y el sueño se deshizo.
En
este sueño he descubierto cosas creo que muy importantes para mí.
Primero: el doble energético también tiene diálogo interior, pero
diferente al nuestro. Su diálogo interior explica lo que está haciendo y
viendo en ese momento. Segundo: es la primera vez que recuerdo lo que
alguien me habla en sueños, y además son diálogos enteros. Antes mis
sueños eran mudos. Tercero: el doble energético también tiene que
descubrir que alguien lo está soñando: el soñador, yo, y el soñado, él.
Ahora tengo que irme, esta tarde contaré lo que queda.
saludos
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